Resumen:
No siempre Dante es señalado unívocamente promotor de los tiempos modernos. No así Petrarca. Desde Renán, sigue siendo "el primer hombre moderno". Nolhac justifica el título. Caló reconoce en él la "personificación viviente del paso de la edad media al humanismo y de éste contraste entre dos mundos". Burckhardt, en cambio, señala que Dante "establece una línea de demarcación entre la edad media y los tiempos modernos". Unos niegan a Dante el título de "hombre moderno" y otros aún lo discuten a Petrarca. Dada tal disparidad de criterios, conviene delimitar lo moderno y lo místico de ambos.