Resumen:
El debate sobre la misión cultural extra-aula que pueden y deben cumplir las universidades, se encuentra universalmente agotado en el sentido de si procede o no. Nadie que conozca a fondo los problemas modernos de la cultura se aventurará a oponer reparos a dicha exigencia social, que en el orden de las universidades estadoales constituye una obligación fundamental.