Resumen:
On ne tue pas les ideés: se ha traducido literalmente y difundido bajo la forma de: no se matan las ideas, sin tener en cuenta la traducción mucho más gráfica que de ella diera el genial sanjuanino: "Las ideas no se degüellan". Al acriollar en esta forma la frase extranjera daba a ésta un matiz criminal e histórico en el que los contemporáneos podían percibir una alusión candente a las luchas partidarias.