Resumen:
Una casa editora, como una biblioteca pública, no son instituciones absolutamente libres en su destino. Ambas están limitadas por las circunstancias y modalidades del propio ambiente que deben servir. Santa Fe, que siempre mostró vivo interés por las cosas del espíritu, acaba de ofrecer, con el establecimiento de un nuevo centro editorial, una contribución más al progreso cultural del país. Casa Castellví surge bajo signos tan auspiciosos, transformandose en exponente del progreso urbano del Litoral argentino. Como esperanza salvadora para todos los obreros de la pluma que hallarán, bajo su estímulo bienhechor, la oportunidad de ver realizados sus sueños.