Resumen:
En el curso del desarrollo histórico de la filosofía occidental aparecen como constantes bien definidas dos concepciones, al parecer antagónicas, que pretenden dar una visión objetiva de la realidad: la concepción fluyente del ser (o heracliteana) y la concepción estática del ser (o parmenídea). Fácil es distinguir cómo entre ambas se ha repartido casi la totalidad de la historia de la filosofía. Innumerables sistemas filosóficos, e incluso épocas histórico-filosóficas, han fluctuado en esa perenne oposición, acentuándose unas veces aquella concepción, y otras veces ésta.