Resumen:
Este estudio corresponde a un párrafo del capítulo segundo de la segunda edición de nuestra obra "La Internacional Católica", en preparación. En ella exponíamos (1938) la tesis de que la única fuerza capaz de enfrentar al comunismo es el cristianismo y la conveniencia de que los pueblos cristianos se apoyen mutuamente para defenderse del peligro que aquél significa. La doctrina es la del cristianismo y los hechos los de la Iglesia y los cristianos en pro de la concordia universal.