El yacaré overo, Caiman latirostris, es una de las dos especies de cocodrilianos argentinos y se caracteriza en su reproducción por la construcción de “nidos de montículo”, a diferencia de la mayoría de los que llamamos cocodrilos verdaderos que construyen “nido de hoyo”, que básicamente son excavaciones en suelos arenosos a los que agregan algo de materia vegetal y deyecciones, requiriendo del cuidado estrecho de las hembras para controlar a los predadores y para asegurar las condiciones de temperatura y humedad. A pesar de ello, quedan pocas dudas de que los nidos de montículo presentan una complejidad bastante mayor que los de hoyo, ya que no se trata de excavar y depositar los huevos, sino de construir una estructura con materiales diversos, que deben consolidarse, madurar y también fermentar, hasta alcanzar la condición necesaria para que la hembra concrete la oviposición. A esto se agrega el hecho de que por ser estructuras por sobre el nivel del suelo, tienen una exposición mayor tanto para los predadores como para las condiciones ambientales adversas como el sobrecalentamiento o los fuegos. Los relevamientos que se han ido realizando durante los últimos años, particularmente con cámaras trampa, han venido a confirmar observaciones históricas que describen a las especies presentes y los mecanismos de interacción de éstas con los nidos de yacarés. De cualquier modo, puede decirse que estas nuevas tecnologías han ampliado significativamente la información, tanto en términos de la identificación de nuevas especies interactuantes, como de las características de estas interacciones. Considerando que en este período ocurre mas del 80% de la mortandad natural de la especie, el objeto de esta propuesta es determinar si todas estas interacciones son negativas a partir de la predación o la destrucción de los nidos, neutras como también se ha descripto, o existen algunos casos en los que la interacción puede resultar positiva, ya sea sobre los nidos o sobre los ambientes de nidificación. La riqueza de especies detectadas puede ser indicador de coocurrencia o coexistencia de especies. En cambio, las interacciones son un mejor indicador de lo que ocurre en el área, y nos permiten valorar el área de nidificación como microhábitat. Esta caracterización y en base a la presencia/ausencia de las diferentes especies, permitiría predecir el éxito reproductivo y eventualmente mitigar o fomentar según corresponda, estas interacciones.
The broad-snouted caiman, Caiman latirostris, is one of the two Argentinean crocodilians, which is characterized by the construction of "mound nets", instead the "hole nests" built by most of the true crocodiles, which are excavations on sandy soils with low complexity, only adding some organic compounds like excrements and vegetation, what also requires the periodic attention and work from the female to ensure temperature and humidity. Despite of this, there is no doubt that the mound nest are much more complex because the females need not digging a hole but to build a structure with soil vegetation end excrements, which also needs to consolidate, mature and ferment in order to produce the incubation temperature. On the other hand, the fact that they are exposed structures, the chance of being predated or exposed to adverse environmental conditions like overheating and fires is higher. The studies carried out during the past years, mostly the ones with cameratraps, have been confirming the historical observations describing the species presents and the registered interspecific interactions with the cayman nests. Nevertheless, these new technologies have expanded the knowledge about the species involved and the interactions. Taking into account that within this period occur more than the 80% of the natural mortality of the species, the goal of this proposal is to determine if all that interactions are negatives, or even neutral, or in some cases they can be positives for the nest itself, or for the nesting area. The richness of species detected can be an indication of co-occurrence or coexistence of species. On the other hand, the interactions look as a better indicator of what is really going on in the area, and allow us to evaluate the area as a microhabitat. This characterization based on presence-absence of species will allow us to predict the hatching success and eventually to motivate or encourage these interactions if propriate